Bluetooth sabotage. (Testimonios de un pensador informático argentino, en escala europea, luego de su paso por el desierto capitalista de Riyadh).

“En Arabia Saudita toda mujer en la vía pública es ajena. Pocos días después de llegar supe que, para un hombre, pasearse en la calle al lado de una mujer es una falta gravísima. El punto es saber moverse en el espacio público que es, paradójicamente, el territorio de la prohibición. La prohibición en sí misma es paradójica, pues el peligro que corre por las calles no proviene únicamente del control policial, sino, sobre todo, de una extrema visibilidad. El miedo es verse solo en la calle y rodeado de autos. En las calles Riyadh sólo hay autos, los seres humanos resaltan”.

“El capitalismo alcanza, diría, una forma bastante pura en Arabia. Es la vanguardia en vidrios polarizados. Para los hombres, el interior de un auto es una de las últimas esclusas del anonimato. Para las mujeres todavía hay otro garante de la invisibilidad: el velo”.

“Las mujeres tienen prohibido manejar. Por eso los guardianes de la ley infieren de los vidrios polarizados la presencia inaceptable de una dama al volante”.

“Cuando pregunté a alguien cómo se hace en Arabia para estar con una mujer, pensé en las teorías que otorgan a las prohibiciones objetivas propiedades creativas. Las del contexto coercitivo como caldo de cultivo de las originalidades…”

“Pues bien, no sé si sospecho erróneamente, pero gracias a las nuevas tecnologías en Riyadh se practica una novedosa y extendida manera de flirteo: el levante a través del sistema Bluetooth de los teléfonos celulares”.

“Bluetooth es un sistema que, a diferencia del infrarrojo de los viejos teléfonos celulares, permite la transmisión de datos a una distancia mayor y sin necesidad de alineamiento”.

“Ves a los autos rodar a la par por las calles céntricas de Riyadh a velocidad de levante. Mientras uno tiene cristales polarizados, los vidrios del otro dejan ver en el interior a dos hombres, dos amigos heterosexuales excitados en una fantasía mucho más abstracta por tratarse de un mundo donde se llega virgen al matrimonio, pero al mismo tiempo posible nada más que en ese mundo.El copiloto activa su Bluetooth y se pone como loco al reconocer a la par una chica de apodo intimidante –una foto de niña árabe juguetona. Alo sumo, en ese momento se puede ver una foto y, si la chica tiene chofer, su velo negro cuando asoma apenas en el espacio abierto de la ventanilla. Dos ojitos vistos a través de un velo polarizado que asoman en la rendija abierta de una ventanilla negra. Si hay acuerdo, el conocimiento puede determinarse en un rendez-vous en el shopping al día siguiente”.

“El shopping es la forma moderna de ostentación de la dote que el interesado debe pagar para tomar por esposa a una mujer árabe, aunque el ofrecimiento de la dote tradicional sigue existiendo. La transacción monetaria en la base de la relación matrimonial goza de un pequeño velo occidental en el shopping. Pongamos el ejemplo: si una jovencita árabe siente atracción por un hombre, no tiene pruritos en declararle sus deseos de casarse. Solamente que antes el prometido debe pasar por el shopping a hacer unos cuantos regalos. De las compras que pueda hacer para ofrecerle dependerá el futuro de la relación”.

“He adquirido el habito de bucear en el Mar Rojo. Pienso que ciertos absurdos son posibles en condiciones de vida extraordinarias. ¿Qué sentido tendría usar un tubo de oxígeno para la vida atmosférica?”

2 commentaires:

Anónimo dijo... / 2:07 p. m.  

Q te dejo algunas fuentes, aparte, claro, de haberme pasado meses scanneando nuevos devices mientras manejas o pateas el mall.
Post de una amiga blogger de emiratos sobre las reglas de flirting en Dubai.
Nota del Washington Post sobre dating con bluetooth en Arabia y esta entrevista a Andrew Hammond, corresponsal de Reuters en Saudi y autor del libro pop culture araba world!, sobre los gajes de ejercer creativamente el oficio en una sociedad tan hermetica.

Anónimo dijo... / 2:24 p. m.  

MUY bueno Q. Buenísimo.
e.