Publié par Q. / à l'adresse 9:24 a. m. / /

Leer siempre da ganas de escribir. Leo la saga epistolar "Querido duque", del blog de Terranova, a quien no conozco, y siempre me dan ganas de escribir. Pero me temo que en ésta tarde única pre-otoñal de París agarrar el blog me distraiga de otras ocupaciones. Lo de siempre: la sensación extraña pero inequívoca de que hay un universo dentro de nosotros siempre a punto de ser explorado, y la triste certeza de que ese lado siempre quedará virgen, salvaje. Aun así, ignoro por qué, en una adormecimiento de la conciencia una mujer desnuda amanece en nuestra cama. Por sorpresa nos despierta con caricias en el torso mientras mastica chocolate sin despegar la nuca de la almohada. Al final hay que apagarse, me digo ahora que perdi la tarde, y aceptar que lo mejor es arrastrarse en silencio.