Estar afuera, estar adentro

Afuera estoy yo, y no están los nudos hechos con las ideas.

Afuera, si estoy consciente del afuera, o no tengo miedo, sobrevuelan algunos susurros, una memoria general organizada, la solidaridad entre hombres y mujeres.

Afuera está la pasión, que es igual siempre. Afuera, el aire, los líquidos que entran y corren (como el agua).

Adentro están las ideas oxidadas (es decir, oxigenadas) que ahorcan o sofocan; el yo rancio, pérfido, abarrotado de detritus color rojo, un polvito común y corriente que se queda en la yema de los dedos casi siempre.

Adentro está la mujer más linda dormida junto al yo más seductor mudo. Distraído, masturbado en IPOD por melodías del mundo.

Afuera hay tejidos lingüísticos absurdos.

Historias que no van a quedar aunque no se desvanezcan y nadie las lea, y a nadie cambien su vida. Aunque nadie se proyecte en ellas.

Afuera (tanto como adentro) hay muchas formas de locura, de paz, de mujeres, de comentarios susurrados acogedores.

Pero menos afuera que adentro a veces es ficción.

3 commentaires:

fernando sdrigotti dijo... / 6:09 a. m.  

En realidad afuera no hay nada, Q.

http://www3.baylor.edu/~Charles_Kemp/buddha.jpg

Q. dijo... / 3:37 p. m.  

Y adentro... hay realidad, F.S?

fernando sdrigotti dijo... / 2:16 a. m.  

dátis...de cuéstion...