El agente encantador (los primeros ocho, borrador)

  1. Un lingüista solitario que todos los veranos vende pulseritas artesanales en las playas de Cerdeña. Conoció a Fogwill en Paris.
  2. Un abogado platense, hijo de un exdecano de la Facultad de Derecho de La Plata, que para calmar los nervios gusta pasear su figura de neto corte kafkiano por las calles parisinas; ama la sorpresa o la aventura, como insiste Baudelaire, que le deparan los desconocidos.
  3. Un músico –creo que tocó en el tube de Londres-, escritor de iniciativas vanguardistas, amante full time de Londres; hincha de ñuls, marido de una brasileña.
  4. Vive en Montmartre, en la rue des Abbesses, en un departamento soñado. Un duque, escribe, escribe, escribe. Escribe en papelitos que entrega de cuando en cuando a chicas de belleza sobresaliente en los bares de Belleville o de su barrio, como la Fourmi. Va por el camino de Buda pero sin mantras. Su batalla es contra el ego. Conoció a Fogwill en Paris.
  5. Una filósofa de cara extraña, nariz judía, facciones hermosas. Pero de orígenes ingleses, creo. Habla como hablan en Letras (de la UBA). Fuma cigarrillos armados. Lee mucho. Filosofía, sobre todo. Casi nunca filosofa. A veces su carácter le juega malas pasadas. Así y todo se casó con un brasileño en la Mairie del 13eme arrondissement.
  6. El brasileño. Sonrisa como lettre de présentation. Agregar a ésto que está enamorado de la argentina. De Río, psicólogo. Psicólogo. De Río. Ríe. Y psicólogo. Cura.
  7. Modelo. Uruguaya de 33. Tiene un hechizo en los labios gruesos. ONE, de Calvin Klein. Huyó de una carrera de modelos infructuosa. Durmió dos noches en el aeropuerto de Atenas. Llegó a Paris de última y consiguió trabajo en una crêperie de la rue Mouffetard, propiedad de un riojano bohemio y artista. Ahí un cliente argentino ebrio le pidió su teléfono una noche. En la misma crêperie de la rue Mouffetard, a una cuadra de la place de la Contrescarpe, fue donde aceptó de ese mismo argentino, una hora después del primer encuentro casual, una invitación telefónica a beber una cerveza cerca de Oberkampf. Creyó enamorarse del argentino. Lo dijo sin trabas. Dijo que se volvía a Uruguay pero desechó el viaje. Creyó enamorarse aun más. Igual hizo el viaje CDG-EZE, diez días después. Nunca más se supo de ella.
  8. Una ex que quería ser grande en Paris. De vez en vez se habla con su ex (que conoció a Fogwill en Paris). Ahora –será el pánico de tener casi 30- se juntó con un parisino que es editor en Acte Sud. Vive con él, en su departamento del metro Pereire, que está cerca del dieciocho pero es un barrio bastante “acomodado”.



9 commentaires:

Anónimo dijo... / 2:36 a. m.  

te voy a decir una que porai ni te diste cuenta:

el parrafo mas largo va para la uruguaya, te tiene loco esa "piba". o la idea de esa piba. muy buenos perfiles.

al musico hincha de niugüels casado con una brasilenia no lo tengo.

a la ex la mataste, duro con ella.

"de neto corte kafkiano"... mira que lei su biografia y todavia no le encuentro el parecido, jaja.

abrazo,
marcelo.

fernando sdrigotti dijo... / 4:34 a. m.  

Muy interesante verse a uno a través de los ojos de otro. Sobre todo teniendo en cuenta que desde chico quise tener apodos y nadie jamás se atrevió a catalogarme. Quizá éste sea el origen de mi incipiente esquizofrenia donde cambio de nombre como de ropa interior.

Aparte de hincha de NOB, ése muchacho de Londres quien se llama a si mismo "Conde" o "Cabezón", es afiliado del Tottenham Hotspur. Cambiemos de tema...

Las "exes" tiene un manía terrible de divertirse con las variaciones perversa del exilio por empatía: quizá no entiendan que algunos se auto-exilian para no cruzar ciertos rostros por las peatonales del Virreinato.
La perversa necesidad de triunfar frente a uno (en nuestros nuevos lugares de residencia) casi siempre las conduce a derrotas arrabaleras en las terminan ganándose la vida dando mamadas por 5 libras en algún bar de Soho o Les Marais. Esto tiene sus ventajas, ya que conseguir una mamada de ellas antes del descenso a la prostitución era mucho más caro (económica y emocionalmente).

Me interesa conocer a muchos de estos personajes.
Habrá que subirse nuevamente al Eurostar.
Saludos desde acá.

Q. dijo... / 3:18 a. m.  

Marcelo.
Como enseñaba un olvidable profesor en la Facultad de Periodismo de La Plata, repito: primo vivere dopo ecrire. Ya no sé quien lo decia esto, pero creo que era una suerte de apologia al nuevo periodismo, en detrimento de la imaginacion "pura". Algo de cierto hay en esa frase. Hay personajes que inventamos completamente, otros tienen modelos reales; de algunos de estos solo podemos ver ciertas caras publicas; de otros/as, por natural empatia, por atraccion sexual, por aceptacion mutua, conocemos vicios, manias, torpezas minusculas -ya sabemos, del detalle de los personajes se hace literatura; la uruguaya tiene, como lo sabemos, un modelo real (que era modelo!); lo interesante era que el/(la ex) modelo en si, como ya sabés, era evasivo/a, y en efecto daba para no pocas teorias paranoicas (escena del banco en la avenida de Port Royal, no hace falta aclarar);
vale la misma aclaracion para el ejemplo del abogado numero dos, y para el escritor vanguardista y musica (como Felisberto), que cree que es F.S.
Es verdad, hay que dejar de decir "Mina"; hay que empezar a decir "Piba", sobre todo cuando estamos en frente de una mina.

M.V. dijo... / 3:37 a. m.  

Qiqe, qe bueno qe todos nos parezcamos tanto. Qe las biografias no se puedan robar… ahora solo te faltan las qausas y revolver todo a fuego “maría” sin qemar. El tiempo hará su trabajo y tu trabajo será tiempo. Disponé de buenos comensales para medir tu propio paladar. Mitiga sin orgullo las membranas del pasado. Qe la única batalla es volver a empezar, sin Sísifos, sin ideas con liendres. La amistad es respeto, amigos del mundo! Salud. M.A.V.

fernando sdrigotti dijo... / 7:12 a. m.  

Apoyo el cambio de sustantivo para referirse a las mujeres.

Ahora, con respecto a lo de escritor vanguardista y músico que "se cree que es" F.S., éste no cree recordar auto-rotularse de este modo. Cuando consultado sobre la profesión en la que desempeña, F.S. casi siempre responde: "ex-boxeador, ex-futbolista, ex-iliado".

Saludos y visiten mi blog www.psicogeografias.com que tiene menos tránsito que las rutas de la patagonia.

Abraxos

fernando sdrigotti dijo... / 7:15 a. m.  

Lo de Felisberto será por Felisberto Hernández?

X

Q. dijo... / 1:23 p. m.  

claro

Q. dijo... / 4:14 a. m.  

Gracias Papillon, personajes no faltan; se trata solo de eso, no? Conseguir buenos comenzales; pero hoy quién tiene ganas de escuchar al otro? Arriba los hombres y mujeres empaticas, que prestan sus biografias para entender las de los otros. Sera en Londres o Paris? Nos tendremos que encontrar en breve, con F.S, para poner los codos en la mesa y hacer despegar el banquete.

fernando sdrigotti dijo... / 5:14 a. m.  

Hay encuentros y encuentros y encuentros que pasan a la historia. Escribir es de por sí un acto de megalomanía, por lo tanto encontrarse con otros que escriben es multiplicar esa megalomanía por la cantidad correspondiente de escribas.

Hasta los 60s los megalómanos (i.e. Guy Debord) gustaban de atribuirles nombres a estos encuentros. Esto es imposible en nuestro momento postmoderno donde cualquier etiqueta se mira con sospecha.

Bueno, sin nombres, pero encontrémonos pronto.

Saludos desde Londres, voy poniendo el asado.

F.S.