El día de hoy y el día de ayer los pasé, como es costumbre, atrapado por los sonidos del baladeur. He estado saltando por los mismos temas. El unplugged de Dylan, Entre Ríos, pero también Herbie Hancock con un indio o un músico muy bueno del Magreb. Así y todo, esta información es secundaria. Lo realmente trascendente es que durante mis últimos dos días me he convertido en un corredor de comercio lingüístico: un vendedor de español.
Lo que sigue lo copio de mi libretita de apuntes. Puede parecer amateur. Es mi rumiar de hoy por la tarde arriba de la línea 1, rumbo a Bastille.
También he pensado en una desencantada definición de Argentina, que propuso un amigo informático misionero en Kinshasa: ‘Somos una semana de vacaciones (turismo sexual incluido) en la vida de cualquier pibe del primer mundo’.
He vuelto a esa frase. Pero no era de eso de lo que quería hablar. Pego otro pensamiento de métro.
Nuestra especie es tan poco prestigiosa que hoy sólo una minoría de sus representantes es bilingüe. Una verdadera minoría. Habida cuenta de su larga trayectoria, ¿cómo puede ser que el Neerdenthal sea apenas capaz de aprender una sola lengua (en raras excepciones, dos), y sólo gracias al contacto del núcleo familiar primario? ¿Qué clase de ser evolucionado es ese?
He vuelto a esa frase. Pero no era de eso de lo que quería hablar. Pego otro pensamiento de métro.
Nuestra especie es tan poco prestigiosa que hoy sólo una minoría de sus representantes es bilingüe. Una verdadera minoría. Habida cuenta de su larga trayectoria, ¿cómo puede ser que el Neerdenthal sea apenas capaz de aprender una sola lengua (en raras excepciones, dos), y sólo gracias al contacto del núcleo familiar primario? ¿Qué clase de ser evolucionado es ese?
Leo esto último y me asombro. Me cuesta creer que los parisinos gasten dos horas de su vida frente a mí sin chistar. (Dinero no gastan, es droit de formation). Y eso que cabeceo a veces de sueño sin preocuparme por recrear bambalinas con mi flequillo. Me ven dormitar ante ellos y no dicen nada. Son excelentes personas, hay que decirlo. Más sorprende que apenas lleguen a balbucear la pregunta: “¿Es esto un bolígrafo”? y que luego no sepan siquiera responder: “Sí, esto es un bolígrafo”.
1 commentaires:
tu rol más interesante está siempre en la calle y no en el aula, Lo más de tu espartano personaje será contar que hoy x ej, obtuviste en un rapto extrovertido el ceroseis de una gloriosa ebony,
¡las que van a morir te saludan!
Publicar un comentario